Tras probar el vuelo interior del Hubsan x4 y ver que no tenía muchas protecciones, decidimos salir a probar el drone fuera. El sitio elegído era la Dehesa de Navalcarbón (Las Rozas), un sitio con muchos árboles, pero teníamos localizada una zona donde había pocos y no molestábamos a nadie. Hacía un poco de viento pero… bah, venga, por probarlo… Antes de salir, hice un pedido a banggood de varias baterías extra y un protector del drone para poder volarlo en interiores. Enchufamos el drone, ponemos a grabar y este es el resultado:
Efectivamente, tras 2 escasos minutos de vuelo, el drone se quedó atrapado en un pino :( No se quedó en medio de una rama, sino que se quedó en la frondosa copa a unos 6 (o más!) metros de altura… Por suerte todavía le quedaba batería y los leds lucían, así que lo pudimos localizar. Decidimos practicar el noble arte del “tiro de piedra” a ver si por alguna casualidad el drone caía… sin resultado, piedras grandes, pequeñas… incluso había algunas que se quedaban entre las hojas del pino por lo frondoso que era :( En el video se puede apreciar algún acierto de “piedra en drone”, pero solo sirvió para girarlo y poder ver cómo anochecía. Se nos ocurrió acudir al supermercado más cercano (Mercadona) y comprar 4 palos de fregona de 1,4 metros cada uno y cinta americana, de tal manera que conseguimos hacer un “superpalo” de 5 metros aproximadamente con el que pensamos que igual “hurgando” entre las ramas, conseguíamos que cayera… pero lo que cayó fue la noche, y no se veía nada de nada… (menos mal que no era época de orugas…) la batería del drone se había agotado y ya no lucía. Linterna en mano (en realidad era el flash del móvil…), intentamos hurgar entre las ramas sin resultado, noche cerrada y drone atascado. Nos fuimos a casa y el drone se quedó allí a descansar. Al llegar a casa, cancelé el pedido de las baterías y protector :( Esa misma noche se nos ocurrió que igual con una cuerda y una piedra, podiamos rodear alguna rama y tirar para intentar liberar al drone, así que a la mañana siguiente sería lo primero que hariamos, una “caña de pescar drones”.
A la mañana siguiente, y cuerda en mano (dos, una más gruesa por si acaso), nos dirigimos al lugar del crimen. De camino el coche avisa de que hay 3ºC, luego 2ºC, y al llegar allí -1ºC. Una vez allí, comprobamos que el parque estaba helado, escarcha por todos los sitios posibles, así que si lo recuperábamos, igual no volvería a volar. No obstante, volvimos a montar el “superpalo” e intentamos pescar al drone con la caña… sin resultado, las ramas eran demasiado gruesas y no se movían ni un ápice. Seguimos intentándolo con el palo… más bien, seguí intentandolo con el palo, sin resultado ninguno. Tras 2 o 3 minutos, cedí el palo a Mary y mientras me alejé un poco a ver si podía ver el drone con el reflejo del sol (yo que sé… estaba desesperado :D) Mary golpeaba las ramas con el “superpalo”. Tras aproximadamente 30 segundos, algo cae del árbol y Mary grita “HA CAIDO!!! HA CAIDO!!!" Efectivamente, el drone había caído y aparentemente estaba sano y salvo :D Esta es la foto que atestigua el trofeo conseguido por la pescadora de drones, con su “superpalo” y el invento de la caña! Al llegar a casa pusimos la batería a cargar y… FUNCIONA! :D HABEMUS DRONE!!! No se había congelado ni aparentemente estropeado!!!
Moraleja 🔗
- Practicar bien antes de salir fuera y hacerlo en un sitio SIN arboles
- Tirar piedras está bien, pero no sirve para recuperar drones de arboles
- 4 palos de fregona y un poco de cinta americana pueden recuperar un drone si lo utilizan manos que sepan (Mary)
- Gracias Mary!!! <3 U!!! :*